Instalación y mantenimiento de programas

La instalación y el mantenimiento de programas informáticos, de creación propia o bien adquiridos a terceros, es uno de los trabajos que a menudo realizan empresas de mantenimiento especializadas en informatica en Valencia.

Es frecuente pensar que una vez que se ha comprado un programa este ya es nuestro y no tenemos que hacer nada más que utilizarlo. Pero lo cierto es que los programas no son algo inamovible, sino que por el contrario, suelen estar en continua evolución. Un programa que no se actualice puede quedar totalmente obsoleto al no ser compatible con los nuevos sistemas operativos, por ejemplo. Incluso puede dejar de funcionar debido a problemas que se le vayan sumando.

Normalmente, los creadores de un programa ya ofrecen a quienes lo compran un contrato de mantenimiento que debe de ser renovado de manera anual. Por eso no solo hay que fijarse en el precio del programa, sino en lo que cuesta tenerlo siempre actualizado y al cien por cien.

En ocasiones sale a cuenta encargar a una pequeña empresa informática la creación de un programa específico para nuestra empresa o que adapten alguno de los que ya tienen para el tipo de actividad que realizamos. Esto es así, porque el precio del mantenimiento es mucho menor y además, la empresa puede proporcionarnos otros servicios, como el mantenimiento informático en general.

Los ordenadores se han convertido en una de las principales herramientas en empresas de todo tipo, no solo las más grandes. Incluso las que no usan habitualmente ordenadores suelen tener uno en el que llevan la contabilidad y manejan la correspondencia. Tareas administrativas que necesitan de un ordenador en buen estado, sin virus y que tenga los programas adecuados para funcionar.

No hay que olvidar que si se tienen programas pirateados en un ordenador de empresa, la multa puede ser muy grande, por lo que no merece la pena caer en la tentación. En España está demasiado arraigado el piratear todo tipo de cosas, pero la realidad es que, al menos para las empresas, esa manera de comportarse implica consecuencias serias.

Y no solo se trata de las económicas, sino la mala imagen que se puede dar de cara al cliente si se pierde información importante o descubre que sus datos no están suficientemente seguros porque la empresa no ha querido pagar los programas legales que debería de tener para trabajar con los mismos.