No te líes con la compra 

Es un hecho que cada vez existe más variedad de productos donde elegir, sobre todo si hablamos de alimentos. Por eso es fácil liarse cuando vamos a comprar al supermercado. Un alimento tan básico como la leche es un buen ejemplo de ello. Dicen que en la variedad está el gusto, ¿no? Pero es cierto que, en ocasiones, nos podemos saturar un poco a la hora de elegir. Vamos a ver qué tipos de leche existen.

Empecemos por un tipo que está triunfando últimamente. Hablamos de la leche sin lactosa. Pero que es la leche sin lactosa, pueden preguntarse algunos. Aunque ese el término con el que se comercializa, no es exactamente así como se produce este tipo de leche: no se quita la lactosa, sino que se añade lactasa, una enzima que hace que el consumo de esta leche sea posible para los intolerantes. Por lo tanto, si lleva lactosa aunque, como decimos, sí puede ser bebida por los intolerantes.

Pero también existen otros tipos que podemos encontrar en el supermercado como la leche 0’0 MG que ha sido puesta en el mercado al calor de la moda por los productos 0% de materia grasa. Suele ser consumida por aquellas personas que deben controlar estrictamente la grasa de su dieta. 

Y luego tenemos las leches más tradicionales: la entera, la semi y la desnatada. Pero, además de estas variedades según la cantidad de grasa y/o nata también podemos encontrar leche condesada, leche evaporada o leche rica en calcio, otra variedad que tiene sus seguidores. Incluso hemos visto últimamente en el súper un tipo de leche conocida como ‘suprema’ de tipo desnatada, pero con un aporte extra de calcio y proteína.

Aunque a veces cueste entender qué diferencias hay entre cada leche, por ejemplo que es la leche sin lactosa como hemos explicado, al final cada consumidor solemos optar por un tipo de leche y nos acostumbramos a ella. Suponemos, no obstante, que todas acaban encontrando su público. Y si no, terminan siendo sustituidos por otros. ¿Y tú? ¿Con qué tipo de leche te quedas?