El tesoro de casa 

En la antigua casa siempre miraba con envidia a los del edificio de enfrente. Ellos no tenían que salir a aplaudir a las 8 colgados de la ventana, sino que podían hacerlo en la comodidad de su terraza, sentados tomando un gin-tonic. No digo que eso fuera la causa de nuestro cambio de casa, porque era algo que ya estaba previsto, pero sí aumentó nuestras ganas de entrar en nuestro nuevo piso que estaban terminando a poca distancia de allí.

Cuando finalmente la urbanización fue terminada, nos mudamos y comenzamos el proceso de amueblar la casa. La verdad es que es un proceso largo que puede ser tedioso en algunas ocasiones pero que, cuando por fin termina, le deja a uno un aire de triunfo. Desde luego que amueblar una casa no es rápido ni barato. Además, nosotros queríamos hacerlo todo con mimo. No nos valía cualquier cosa para quitarlo de en medio porque iba a ser, teóricamente, nuestra casa definitiva.

Así que cuando en alguna ocasión me cansaba un poco de todo esto, me iba a la terraza y pensaba: “vale, hay que tomárselo con calma”. Y es que yo mismo me encargué de esa parte del piso acudiendo a un Fabricante de muebles para terraza. Pensé muy bien cómo iba a organizar la terraza porque era un espacio considerable. Desde luego que iba a requerir una importante inversión porque además queríamos instalar calefactores para poder usar la terraza también en invierno tal y como hacen los locales de hostelería.

Tras algunas dudas, al final acabé pidiendo asesoramiento. No quería equivocarme con una parte tan importante de la casa. El Fabricante de muebles para terraza también contaba con un departamento especial de asesoría. Me apoyé en ellos para dar forma a la terraza de mis sueños, ese lugar en el que ir a descansar cuando uno está hasta arriba. 

Por lo que pude intuir había una fiebre por el terraceo desde la pandemia así que tenían muy buenos diseños preparados dependiendo de factores como el tamaño del espacio, la orientación, la humedad y, por supuesto, los gustos de los clientes.

Las ventajas de una póliza de salud 

Todos sabemos cuáles son las desventajas de tener un seguro privado de salud: el coste. Pero si analizamos las ventajas, lo vemos de otra manera. Para empezar, el cliente tiene una opción que para muchos es importante: poder elegir médico. Es cierto que en la sanidad pública también podemos cambiar de médico de familia, pero en relación a un especialista no es tan sencillo. Si te toca uno con el que no te entiendes bien, te será difícil cambiar y, a menudo, también contraproducente por el tiempo que podría llevar el proceso. Generalmente no compensa. 

Al final, no se trata de una cuestión de tener ‘mejores’ médicos, ya que buenos profesionales se pueden encontrar en cualquier ámbito, sino de confianza. En un ámbito como la salud, la confianza entre paciente y médico es clave, por eso el paciente ha de sentirse lo más cómodo posible. Es algo que podrás conseguir con adeslas seguros.

Otra ventaja muy importante de los seguros de salud privados es la flexibilidad de horarios y la facilidad para coger cita. En los tiempos que corren no hace falta que expliquemos la dificultad que atraviesan muchos pacientes para tener una cita médica. Las esperas pueden ser escandalosas hasta para una simple llamada de teléfono del médico de familia. Por lo tanto, el hecho de poder pedir cita en pocas horas o días y elegir la fecha que más nos convenga es algo muy a tener en cuenta.

Así mismo, también hay que contar con la hospitalización, algo que también tendrás disponible en Adeslas seguros. Las listas de espera son mucho más reducidas y las instalaciones a las que se pueden acceder con un seguro médico privado son de primer nivel algo que siempre dan mucha más tranquilidad. 

Por último, están los servicios extra que tienen la mayoría de los seguros de salud privados como, por ejemplo, la cobertura dental. Todos sabemos el coste que tiene la salud bucodental, por ello un seguro que tenga también la posibilidad de tener una cobertura dental es cada vez mejor recibidos entre los clientes.