Galicia, Asturias y otras comunidades con climas húmedos requieren soluciones decorativas diferentes a las utilizadas en el resto del territorio nacional. Sirva de ejemplo los materiales empleados en el interiorismo en vigo y otras provincias rodeadas de costa o con abundantes precipitaciones.
Para evitar la condensación y sus efectos, los expertos en decoración suelen recurrir a la madera, el cemento o el yeso, por sus cualidades específicas para evitar las infiltraciones, absorber la humedad y regular la temperatura en interiores.
En las paredes y tabiques más fríos, una solución eficaz es revestirlas con láminas de corcho, paneles de madera o paneles de polipropileno. De este modo, se obtiene un acabado vistoso y original, capaz de impresionar a las visitas, al tiempo que se neutralizan las molestas filtraciones.
Estos beneficios pueden potenciarse con la aplicación de aislantes y selladores en puertas, ventanas y otros elementos que amenazan el confort térmico. Con todo, los especialistas aconsejan incrementar la circulación del aire con aberturas de ventilación en fachadas soleadas.
Además de realzar la estética, los textiles aportan un plus de calidez y de bienestar, razón por la que los interioristas aconsejan los cojines, mantas, alfombras y cortinas pesadas. Cualquier de estos accesorios puede bloquear la transferencia térmica que ciertas superficies favorecen, sobre todo si no fueron fabricadas en materiales aislantes, como los pavimentos de piedra natural.
La capacidad de absorción y de reflexión no es igual en todos los colores. Para cualquier interiorista, es evidente la necesidad de usar pinturas aislantes térmicas, preferentemente de tonos neutros con los que transmitir una sensación de calidez que combata la frialdad del exterior.
Como es natural, estas recomendaciones no pueden obrar milagros. La frialdad y humedad de ciertas construcciones se origina en problemas arquitectónicos, imposibles de solventar sin acometer una reforma integral. No obstante, cualquier de estas soluciones elevará el nivel de bienestar térmico.