¿Qué trámites legales deben afrontarse al comprar vehículos de segunda mano?

La compra venta de autocaravanas y de otros vehículos continúa siendo un mercado atractivo para el conductor. El ahorro de precios, la disponibilidad inmediata o el acceso a modelos clásicos o descatalogados explican su demanda al alza. Sin embargo, adquirir un vehículo usado conlleva para las partes involucradas —vendedor y comprador— la obligación de realizar una serie de trámites legales, como el cambio de titularidad o el abono del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP).

En particular, este tributo se activa cuando la operación se realiza entre particulares y recae siempre sobre el comprador, que está obligado a satisfacerlo en las oficinas competentes de su comunidad autónoma. Dependiendo de su ubicación, la cuantía de este impuesto se sitúa entre el cuatro y el ocho por ciento del importe total de la compra del vehículo.

Si la autocaravana, coche o ciclomotor de ocasión se adquiere a una empresa, el tributo ITP es reemplazado por el IVA convencional, al veintiuno por ciento. En esta operación, el comprador no disfrutaría de ningún ahorro en el pago de sus tributos, salvo que disponga de certificado de movilidad reducida, en cuyo caso podrá acogerse a un IVA reducido del cuatro por ciento.

El cambio de titularidad del vehículo también acarrea el pago de tasas, asumidas generalmente por el comprador y que ascienden a unos cincuenta euros, aunque este monto varía en función de la CC.AA. El interesado dispone de treinta días para solicitar la transferencia, siendo un trámite que se realiza en la Dirección general de Tráfico (DGT).

A la hora de tomar posesión del vehículo usado, es recomendable cerciorarse de que su documentación está en regla. El papeleo incluye el certificado del seguro, la ficha técnica y la tarjeta de Inspección Técnica de Vehículos (ITV), que deberá estar en vigor, entre otros documentos. 

Consultar el historial del coche o ciclomotor en cuestión también es importante, ya que podrían pesar sobre él sanciones, embargos, etcétera. Estos males también afectan a los vehículos recreativos, como autocaravanas y furgonetas camperizadas.

Errores y creencias falsas sobre el ‘caravaning’ y las caravanas

Con el auge de las caravanas en España, este vehículo recreativo ha aumentado su presencia en concesionarios, con un listado de marcas y modelos cada vez mayor. Pero debido a la falta de tradición, son muchos los mitos que rodean al caravaning y sus posibilidades.

 

¿Es necesario disponer de un carnet especial para conducir caravanas? Existe la creencia de que el permiso de conducir B es suficiente para este tipo de vehículo. Sin embargo, esta es una verdad a medias. Antes de comprar caravana galicia cuya masa máxima autorizada o MMA supere los 3.500 kg, se recomienda obtener el carnet C; por el contrario, si el vehículo en cuestión tiene una MMA inferior, el permiso convencional será suficiente.

 

La vida espartana que supuestamente sobrellevan los propietarios de caravanas es otro mito. Desplazarse y vivir en este vehículo no implica renunciar a comodidades y servicios básicos como el agua caliente sanitaria, la telefonía móvil o el acceso a internet.

 

Por otra parte, ¿son inseguras las caravanas?, ¿más que el resto de coches? La respuesta es negativa. La mayoría de caravanas disponibles en el mercado, con la salvedad de las comercializadas hace 30 ó 40 años, dispone de sistemas de protección y seguridad similares a cualquier otro vehículo, aunque por el momento no pueden someterse a las pruebas de EuroNCAP. Con todo, las caravanas circulan a una velocidad máxima de 100 km/h en autopistas y autovías, limitación que reduce el riesgo de accidentarse.

Otra de las creencias falsas sobre el caravaning es la renuncia al espacio. La habitabilidad de estos vehículos no es comparable a la de una vivienda convencional, pero eso no significa que sean cajas de cerillas. Ciertamente, se comercializan caravanas para todas las necesidades, y en muchos casos son realmente pequeñas y versátiles. Pero no todos los modelos tienen estas características, y el mejor ejemplo es la caravana Hygge 12 Plus, con capacidad para doce personas, es decir, dos familias al completo.

CARAVANAS PARA ARREGLAR

Mucha gente durante este año ha estado buscando alguna furgoneta caravana segunda mano para poder arreglarlas y dejarlas a su gusto. En internet se pueden encontrar un montón de vídeos de gente que da sus puntos de vista de cómo se deberían arreglar las caravanas. Sin ir más lejos el otro día estuve viendo unos vídeos de una pareja en la que le estaban cambiando el suelo de la caravana y tal como lo hacían me pareció una forma bastante sencilla de tener un suelo bonito sin tener que gastarse demasiado dinero, porque ese es otro tema. Cada uno tendrá su presupuesto y podrá hacer las modificaciones que el presupuesto le permita. 

 

Viendo el otro día un vídeo, el propietario de la caravana arreglaba de todo pero le quitaba la televisión porque decía que no la iba a ver, eso lo considero un error, ya que todo el mundo necesita un momento de relax viendo la tele antes de dormir. Personalmente para mi la televisión es algo de lo que no me puedo deshacer tan fácilmente como ha hecho ese chico. En ese mismo vídeo he aprendido un poco sobre las cisternas de las caravanas, ya que este chico tenía el problema de que la cisterna no le echaba el agua necesaria para deshacerse de los desechos. Y aunque probaba de diferentes maneras, al final tuvo que colocarles dos bombas a la cisterna para que funcionase correctamente.

 

Personalmente pienso que una caravana de segunda mano hay que ir arreglándola poco a poco y no como quiere hacer casi todo el mundo y dejarla inmaculada de una sola vez y si puede ser lo más rápido posible. Creo que primero hay que arreglar lo esencial, que es donde se va a dormir, donde se va a comer y la antena de la televisión. Para mi con eso ya me es más que suficiente para vivir en una caravana, aunque supongo que mucha otra gente tenga otras prioridades para arreglar en sus caravanas, cada uno es como es y eso no lo podemos cambiar por mucho que queramos.

Como viajar con la familia ahorrando dinero

Las gran mayoría de las personas que disfrutan viajando afirman que lo harían con mucha más frecuencia si no fuera tan caro. Desplazarse, sobre todo cuando hay niños, implica tener que pagar el hotel y comer fuera de casa, lo que también sale muy caro. Esto hace que se acabe yendo de viaje solo una vez al año.

Pero viajar con la familia puede salir mucho más barato si se hace de otra forma. Las autocaravanas permiten el turismo a bajo precio y facilita el poder realizar excursiones de fin de semana o escapadas con mucha más frecuencia.

El primer paso es acudir a un establecimiento de venta de caravanas de segunda mano y descubrir todo lo que estos vehículos pueden ofrecer. Si nunca has estado dentro de una caravana te sorprenderá mucho ver todo lo que dan de sí y si has estado en alguna hace muchos años, verás que los modelos modernos tienen bastante poco que ver con lo de antes y que han mejorado notablemente con el paso del tiempo.

Por supuesto, se encontrarán modelos de todos los precios, desde los que parecen lujosos mini apartamentos hasta otros más sencillos y económicos pero que cumplen perfectamente con su función y ofrecen grandes posibilidades incluso para varias personas.

En la autocaravana una familia con dos niños, por ejemplo, puede viajar cómodamente y tener cuanto necesitan para estar a gusto. Desde camas cómodas que durante el día se convierten en mesas y bancos para comer, hasta una ducha o una cocina en la que preparar la comida de cada día. No faltará detalle, incluída una nevera para tener bebidas frescas y la comida lista para ser preparada. 

Como cada vez hay más gente que disfruta viajando con caravanas, cada vez hay más espacios acondicionados para ellas. Con una caravana se puede ir a un camping, pero también a parkings que disponen de muchas comodidades y que permiten coger agua, vaciar depósitos o poder conectarse a la luz para disfrutar de una noche mucho más cómoda.

Los niños lo pasarán en grande porque se sentirán como en una aventura. Les parecerá que van de acampada pero de una forma mucho más cómoda y, además, con muchas más posibilidades de movilidad ya que podrán pasar cada noche en un sitio diferente sin tener que montar y desmontar la tienda.