Que «la Tierra sonríe mediante las flores» no sólo lo pensaba el filósofo Ralph Waldo Emerson, sino quienes hoy deciden regalar un ramo de flores. A diferencia de las joyas, el arte o la tecnología, las flores logran expresar mucho con muy poco, y hay un tipo de ramo ideal para cada ocasión: nupcias, veladas, aniversarios, etcétera.
Uno de los Ramos de Flores vigo más populares es el de medialuna, un arreglo de centro compacto y perfil alargado, que muestra la silueta propia del astro vecino en su fase más característica. Suelen emplearse rosas, girasoles y otras flores de tallo generoso, con el fin de aprovechar su caída para obtener la forma de medialuna.
Más demandado es el bouquet de flores, un arreglo formado por flores de tallo corto o mediano. Como no podía ser de otra manera, el bouquet es más elaborado que el ramo convencional, lo que redunda en su precio tanto como en su diseño. Los ramilletes de flores, por su parte, destacan por su escaso tamaño, su aparente sencillez y la facilidad para transportarlos y lucirlos.
Frente a la sofisticación y la elegancia de otras propuestas, los ramos campestres persiguen una mayor sencillez y naturalidad, eligiendo flores de formas y colores variados. Su objetivo es transmitir una imagen espontánea, lejos de los artificiosos propios de los arreglos convencionales.
Por su parte, los ramos en cascada o en gota se distinguen de los anteriores en su caída pronunciada. Las flores escogidas, en lugar de mostrar la forma enhiesta tradicional, tienen un tallo largo y flexible que favorece la curva descendente que se requiere en este diseño, que no debe confundirse con el ramo pomander, donde las flores conforman un núcleo con silueta de esfera o de collar. De gusto más oriental es el ramo japonés, basado en el arte denominado ikebana que apuesta por la sencillez y el minimalismo en todas sus propuestas.