4 mejores destinos españoles para viajes de grupos escolares

La geografía española dispone de un sinfín de destinos aptos para el turismo escolar, desde Galicia hasta Cataluña, pasando por Asturias y otras comunidades estrella para estos pequeños (grandes) viajeros.

 

Uno de los destinos más representativos para esta modalidad de turismo es el Parque Natural de las Islas Atlánticas, situado en las provincias de La Coruña y Pontevedra. En concreto, los viajes de grupos escolares a cíes son una oportunidad única para explorar algunas de las playas más impresionantes, como Figueiras, Nosa Señora o Rodas (esta última elegida la mejor del mundo por el prestigioso rotativo The Guardian).

 

En las Cíes, los jóvenes aventureros tendrán la ocasión de recorrer acantilados de ensueño en la parte norte de este archipiélago, con picos de casi 200 metros de altura. En este sentido, la ruta del Alto del Príncipe y la del Faro conquistarán especialmente a los aficionados al trekking, con abundantes miradores y observatorios de pájaros.

 

En la Costa Dorada, los organizadores de viajes escolares eligen con frecuencia a Salou para sus excursiones. Esta localidad tarraconense sorprende por su amplia oferta de deportes acuáticos, con parajes de postal como el Camino de Ronda y diversos puntos de interés para el público joven e infantil: el parque municipal de Salou, la Torre Vella, los olivos milenarios del paseo del 30 d’Octubre o el espigón del muelle del siglo XIX.

 

Otro de los destinos insignes del turismo escolar es Cangas de Onís. Este municipio asturiano debe parte de su fama a la presencia de un puente romano sobre el río Sella, la proximidad de los lagos de Covadonga y de eventos tan fascinantes como el descenso del río Sella.

 

De vuelta en Galicia, pequeños y grandes exploradores no quedarán decepcionados en las Rías Baixas, una parada obligada para las visitas escolares debido a su riqueza natural, histórica y cultural. En este sentido, destacan los cabos Silleiro y Home, el pueblo costero de Combarro, la Isla de Ons o la Playa de La Lanzada, entre otros.

Tu piel puede mentir sobre tu edad

¿Sabes que tu piel puede mentir sobre tu edad? Pero, además, ¿sabes que puede hacerlo en todos los sentidos? Es decir, una piel mal cuidada puede envejecer muy rápido y hacer que parezcas mucho mayor de lo que en realidad eres. No se trata solo de que aparezcan arrugas, sino también de que se vea opaca, apagada y seca. Esta piel no está saludable y hace que la apariencia de la persona empeore. Pero, además, la piel mal hidratada es mucho más propensa a que aparezcan marcas de expresión que posteriormente, se convertirán en arrugas.

Por el contrario, una piel bien cuidada estará radiante, tersa y bonita y puede hacer que parezcas mucho más joven de lo que indica tu carné de identidad. Para cuidar bien la piel hay dos claves básicas: la limpieza y la hidratación. Limpiar bien la piel dos veces al día, incluso aunque no se usen maquillajes, es muy importante para que los poros estén libres de suciedad y respiren. La hidratación ayuda a que la piel mantenga la elasticidad durante mucho más tiempo y no se descuelgue, algo que envejece mucho el rostro.

Pero es muy importante utilizar los productos adecuados según el tipo de piel que se tenga y para eso, hay que recurrir a un especialista tratamientos cara que nos indique qué tipo de piel tenemos, que problemas podemos padecer y cuáles son los tratamientos idóneos para mantener joven y sana la piel. Este especialista es el dermatólogo, el cual puede darnos estos consejos y ayudarnos así a prevenir problemas futuros.

Existen dermatólogos especializados en medicina estética que además de darnos consejos respecto a cómo cuidar la piel pueden recomendarnos y supervisar tratamientos como la depilación láser, el tratamiento de las rojeces o de las venitas de araña o tratamientos para eliminar cicatrices causadas por el acné.

Por supuesto, el dermatólogo también es el indicado para tratar problemas como la rosácea o el acné que pueden dañar nuestra piel y nuestra imagen, haciendo no solo que parezcamos mayores sino también menos atractivos. Con la seguridad de que es un médico el que nos está tratando y que no vamos a sufrir efectos adversos por un tratamiento mal aplicado o que no está supervisado por un profesional de la piel.

Cuidar la piel del rostro y dejar que este mienta favorablemente sobre nuestra edad es más fácil de lo que parece si tenemos como aliado a un buen dermatólogo.