Categoría: Navieras

Un plan perfecto para dos por menos de 50 euros es un día en las Cíes. El precio barco islas cies desde vigo para dos personas no llega a ese precio y si llevas una mochila con bebida y unos bocadillos, no habrá necesidad de gastar nada más, no siendo que quieras comprar un botellín de agua fresquita. Si se coge el primer barco de la mañana y se vuelve en el último de la tarde, se dispone de todo el día para disfrutar de la isla. Aunque hay que pedir permisos para poder visitar el lugar en temporada alta estos permisos son gratis. En las Webs donde venden los billetes tienen los enlaces y una vez que se tiene el permiso se puede adquirir el pasaje para el ferry. Toda una experiencia por la que disfrutar en pareja por muy poco dinero.

Otro plan perfecto para una tarde de sábado es ir al cine en uno de los centros comerciales de la ciudad. Estas salas suelen tener combos de palomitas y refresco que, aunque no podemos decir que sean baratos, son permisibles. Comprado dos entradas y un combo todavía quedaría dinero para picar algo al salir de ver la película en alguno de los locales de comida rápida, donde se pueden tomar hamburguesas, patatas fritas o tiras de pollo a precios bastante bajos. Un truco para que los cincuenta euros duren todavía más es entrar en las aplicaciones de este tipo de establecimientos donde suelen tener ofertas que no están disponibles en la tienda. Con el código que te dan, puedes conseguir tu picoteo o incluso tu cena para dos dentro de ese presupuesto. Un plan perfecto para hacer algo informal saliendo de casa y sin descontrolar el presupuesto del mes.

Ir a ver un buen monólogo puede ser también un plan perfecto dentro del presupuesto. Muchos monologuistas de gran calidad hacen una parada en Vigo para poder disfrutar de su humor. Sobre todo ahora que tan de moda están este tipo de espectáculos. El precio suele variar en función de la calidad del artista y de la demanda. Pero por una media de 20 euros se pueden comprar entradas para la mayoría de ellos, con lo que todavía sobraría para poder tomarte un refresco al salir y comentar las mejores anécdotas de la actuación que se ha visto.

Son muchas las razones por las que las Cíes tienen una alta demanda durante el mes de agosto. Te contamos algunas de ellas:

-En temporada alta, el número de visitantes a las Cíes está limitado. Esto quiere decir que solo un número determinado de personas pueden ir cada día a las islas. Hay que solicitar el permiso en una Web de la Xunta de Galicia y solo tras esto se pueden comprar los billetes para viajar. Esto hace que muchas personas que quieren ir a las Cíes reserven con antelación y nos encontremos conque hay muchos días llenos en el mes y que si no tenemos reserva, va a ser complicado viajar en agosto a las islas.

-Una de las cosas que más gustan de las Cíes es el sol y el tiempo en las islas cies en agosto suele ser muy soleado. Julio y agosto son los meses con los días más largos y cálidos y por eso muchas personas hacen sus reservas en estas semanas. Septiembre suele ser un buen mes, pero ya los días son más cortos y algunos servicios de las islas dejan de funcionar tras la primera quincena, por lo que muchas personas lo descartan.

-Agosto es el mes de vacaciones más solicitado. Muchas empresas cierran en agosto y dan vacaciones a todos sus trabajadores y quienes tienen niños suelen elegir julio o agosto para poder cuidarlos. Esto hace que en agosto se concentre el mayor número de turistas que quieren acercarse a las islas. Muchos lo hacen porque al llegar descubren las islas o les hablan de lo bonitas que son, pero al no tener una reserva no pueden acudir.

-Muchas de las personas que acuden por primera vez a las Cíes se enamoran de las islas y reservan ya el camping para el año siguiente. Esto hace que muchas fechas de agosto estén ya reservadas de un año para otro, por lo que hay que andar ligeros para poder conseguir una fecha.

Si tu intención es acudir a las Cíes en agosto, te recomendamos que hagas la reserva con la mayor antelación posible para asegurarte que podrás cumplir con tu deseo. Especialmente si quieres quedarte en el fantástico camping, algo muy recomendado porque disfrutarás de una noche especial en la isla y podrás ver un bonito cielo estrellado que te dejará sin aliento.

1. Echar un vistazo a los festivales de verano y comenzar a comprar los abonos. En mi caso, es el mejor plan de cara a la primavera. Cada uno tiene su plan estrella. En primavera y en verano los festivales de música florecen por todo el país e incluso hay algunos que tengo ganas de ver en Europa. Cuanto antes me organice mejor, ya que ir comprando las entradas poco a poco me permite poder estirar un poco más mi dinero y disfrutar de más eventos.
2. Organizar los días de vacaciones en la oficina. Da pereza, porque todos tenemos a alguien de nuestro entorno laboral que no quiere acabar de tomar una decisión y/o pretende reservarse todos los puentes y fechas chulas. Pero hay que organizarse con tiempo y saber qué días podrá tener cada uno de vacaciones. Solo de esta forma se pueden hacer planes por adelantado.
3. Reservar mi día en las islas Cíes. ¿Cómo es posible que haya ido tantas veces a las Rías Baixas y nunca haya acabado de comprar pasajes islas cies? Por una cosa o por otra, siempre queda en la lista de tareas pendientes. Como hay que reservar, lo mejor es hacerlo cuanto antes y así ya tendré mi día y mis billetes de barco y podré, por fin, visitar esas playas que enamoran a todo el mundo.
4. Abrir un grupo de wasap para organizar, este año sí, una comida de primos. Siempre decimos que vamos a hacerlo pero cada año nos lamentamos por que no haya podido ser. Ya no hay pandemia y no hay excusas. Abrir ya un grupo de wasap y empezar a organizar una comida de cara al buen tiempo es un buen plan. Pero como sé que alguien tiene que tomar la iniciativa, mejor lo abro proponiendo fecha, lugar y menú. Si se ponen las cosas fáciles… salen adelante.
5. Comenzar la dieta el dos de enero. Tal vez el dos de febrero, incluso puedo posponerla hasta marzo. Pero no debo dejarla para mayo como el año pasado o ya se me juntará con el periodo de apertura de los chiringuitos. En definitiva, cuidarme durante el invierno será un buen plan para que cuando llegue el tiempo de lucir palmito en bañador y de hacer un poco más de deporte al aire libre, esté al cien por cien.

La geografía española dispone de un sinfín de destinos aptos para el turismo escolar, desde Galicia hasta Cataluña, pasando por Asturias y otras comunidades estrella para estos pequeños (grandes) viajeros.

 

Uno de los destinos más representativos para esta modalidad de turismo es el Parque Natural de las Islas Atlánticas, situado en las provincias de La Coruña y Pontevedra. En concreto, los viajes de grupos escolares a cíes son una oportunidad única para explorar algunas de las playas más impresionantes, como Figueiras, Nosa Señora o Rodas (esta última elegida la mejor del mundo por el prestigioso rotativo The Guardian).

 

En las Cíes, los jóvenes aventureros tendrán la ocasión de recorrer acantilados de ensueño en la parte norte de este archipiélago, con picos de casi 200 metros de altura. En este sentido, la ruta del Alto del Príncipe y la del Faro conquistarán especialmente a los aficionados al trekking, con abundantes miradores y observatorios de pájaros.

 

En la Costa Dorada, los organizadores de viajes escolares eligen con frecuencia a Salou para sus excursiones. Esta localidad tarraconense sorprende por su amplia oferta de deportes acuáticos, con parajes de postal como el Camino de Ronda y diversos puntos de interés para el público joven e infantil: el parque municipal de Salou, la Torre Vella, los olivos milenarios del paseo del 30 d’Octubre o el espigón del muelle del siglo XIX.

 

Otro de los destinos insignes del turismo escolar es Cangas de Onís. Este municipio asturiano debe parte de su fama a la presencia de un puente romano sobre el río Sella, la proximidad de los lagos de Covadonga y de eventos tan fascinantes como el descenso del río Sella.

 

De vuelta en Galicia, pequeños y grandes exploradores no quedarán decepcionados en las Rías Baixas, una parada obligada para las visitas escolares debido a su riqueza natural, histórica y cultural. En este sentido, destacan los cabos Silleiro y Home, el pueblo costero de Combarro, la Isla de Ons o la Playa de La Lanzada, entre otros.

Es incomprensible que en mi ciudad todavía quede gente que no haya ido nunca a las islas cíes, por no conocer muchos no conocen ni el nombre de la naviera que te lleva a cíes y se llama naviera mar de ons pero hay que le llama naviera cies. Personalmente creo que todos los de nuestra ciudad deberíamos de haber ido por lo menos una vez en nuestra vida porque es un lugar que estoy seguro que a nadie dejará indiferente, ya que parece que estás en el caribe. El mayor problema que le veo a las islas cíes es que el agua por norma general suele estar bastante fría y cuesta mucho meterse a nadar. Y no playa es todo lo que estas islas pueden ofrecer a sus visitantes ya que dispone de senderos que pueden ser transitados por toda la familia. Las rutas más cansadas seguramente sean las que van a los faros pero aún así con un pequeño esfuerzo todo el mundo puede hacer las rutas sin problemas.

Con el paso de los años he llegado a conocer a bastante gente que se pasaba en las islas cíes todo el verano en el camping con sus respectivas familias y comentaban que se lo pasaban de maravilla y estaban todo el año esperando a que llegase el verano para poder ir a las islas cíes.

Por suerte, los colegios de mi ciudad suelen hacer excursiones en las semanas antes de fin de curso, que suele ser cuando la naviera empieza a hacer viajes a las islas cíes. Y de esa forma muchos niños tienen su primer contacto con la isla y en muchos casos en su primer viaje en barco.

Que sobre ese tema, me pregunto ¿a que edades tendrán su primer viaje en barco la gente que no vive en la costa? Porque estoy seguro que la primera vez que monten en un barco ya tendrán una edad y no montarán de niños como nosotros.

Por fortuna tengo el privilegio de vivir en una zona de costa y los barcos cada vez están más presentes en mi vida.

Creo que todos estamos deseando retomar nuestra vida anterior a la crisis sanitaria, pero ese momento no parece llegar nunca. Con los medios de comunicación haciendo un tétrico conteo diario del número de muertos y contagiados tenemos la sensación de vivir en un apocalipsis permanente. A veces pienso en qué pasaría si los periódicos empezasen a poner en portada el número de casos diagnosticados de cáncer al día, o el número de ataques al corazón o el número de suicidios. Pero, en fin, esperemos que el tiempo ponga a cada uno en su sitio y determiné quién actuó con responsabilidad y quién no. 

Pero la vida sigue, con pandemia o no. Debemos trabajar, movernos y hacer lo posible por ser felices, dentro de las limitaciones que nos imponen basadas en criterios tan volubles como el propio aire que respiramos. Cuando pude volver a tomar el cangas vigo barco una vez que se levantaron las primeras restricciones a la movilidad sentí el aire del mar en mi cara y fue una de las experiencias más sanadoras que tuve en años. En ese momento me di cuenta de los necesario que es para el ser humano respirar aire puro, ver el mar, y sentir el calor (o el frío) de una mañana soleada. 

Desde aquel día me planteé la importancia de salir de casa siempre que fuera posible y estuviera permitido. Porque si tal vez tuvo su sentido aquella primera restricción de movilidad en el momento más duro de la pandemia, teniendo en cuenta el desconocimiento sobre lo que nos enfrentábamos, se ha demostrado que el ser humano no puede permanecer encerrado en casa durante largas temporadas, no es su naturaleza. 

En mi caso, por motivos de trabajo, pero también personales, suelo tomar el Cangas Vigo barco varias veces a la semana. Los pasajeros cumplimos con las normas, todo el mundo va con mascarilla, y los responsables de la empresa que gestiona los barcos se toma muy en serio todo lo relacionado con la limpieza y la desinfección. Al final, ellos son los que menos quieren que se den focos de contagio en sus transportes. Y es que nadie quiere contagiarse, pero también necesitamos seguir con nuestras vidas.