Un negocio online no es tan fácil de montar como muchos piensan, hay que tener todos los cabos atados. Pero dependiendo del tipo de negocio que se vaya a crear, una sola habitación puede ser suficiente para llevarlo. Si dispones de un cuarto en tu casa que no utilizas normalmente, por ejemplo, una habitación de invitados, puedes transformarla para sacarle rendimiento y poner en marcha un pequeño negocio que te proporcione ingresos extras.
Necesitarás una mesa de despacho, un ordenador y estanterías. Como inversión, también tendrás que Comprar cajas para envios si vas a enviar productos físicos y contar con un acuerdo con una agencia de transportes que funcione bien. Si tu negocio va a ser más profesional, tal vez tengas que encargar una Web a un diseñador y darte de alta como autónomo para poder realizar facturación de tus ventas y evitar problemas con el fisco.
Algunas personas han hecho de su afición su pequeño negocio. Es el caso de aquellos que tienen mucha mano para las manualidades y que se dedican a vender online productos que ellos mismos realizan. En estos casos, necesitarás además de lo dicho una mesa para trabajar en tus productos. Algunos venden preciosos libros para fotografías personalizados o las famosas fofuchas. Otros, realizan otro tipo de trabajos como ropa bordada o productos tejidos a mano, que tienen muchísima salida entre los que buscan ropa original y diferente.
Existen páginas en las que este tipo de artesanos pueden mostrar todos sus productos y ponerlos a la venta. O incluso aceptar encargos partiendo de un producto base que se puede personalizar. Están muy solicitados los ajuares para bebés con el nombre bordado, por poner un ejemplo. Los pedidos personalizados se pagan por adelantado y hay que entregarlos en un plazo previamente marcado.
Es importante llevar un buen control de los pedidos que se realizan, de los cobros y de los envíos, llevando a cabo un seguimiento de los paquetes para asegurarse de que todo ha ido bien. Son muy seguras las páginas de ventas a través de las cuales el cliente hace un pago que no se libera hasta que da el visto bueno al producto recibido. Si este no le convence y no hay acuerdo entre vendedor y comprador, será la página la que medie y tome una decisión vinculante para ambos. Esto evita muchos enfrentamientos y problemas.