Llaves maestras: el mayor aliado de los cerrajeros

El amaestramiento de llaves es una práctica centenaria que sigue teniendo gran predicamento en el sector de la cerrajería, por más que las cerraduras electrónicas y otras soluciones innovadoras hayan dejado esta práctica un tanto obsoleta. Dado que la mayor parte de cerraduras en España continúa usando bombines, cilindros y mecanismos similares, las llaves maestras son una herramienta común y necesaria para cualquier Cerrajero 24 horas Vigo, Madrid, Valencia y otras provincias.

 

En concreto, la Real Academia de la Lengua Española (RAE) define este instrumento como una «llave que está hecha en tal disposición que abre y cierra todas las cerraduras de una casa». Cabría agregar que se trata de una llave única, popular especialmente en establecimientos hoteleros y en oficinas comerciales donde resulta útil para reducir el número de piezas del llavero y agilizar así la apertura de habitaciones y departamentos.

 

Así pues, el beneficio más evidente de la llave maestra es la reducción del número de llaves en el llavero. Pero podrían citarse otros esenciales, como la seguridad. Los accidentes domésticos, los incendios y otras amenazas están a la orden del día, y el forzamiento de puertas y cerraduras consumiría un tiempo valioso que el uso de llaves maestras podría ahorrar. 

 

El amaestramiento de llaves no sólo salva vidas: también supone una ventaja para los operarios, inspectores y otros profesionales que, en momentos puntuales, pueden requerir la apertura de numerosas puertas en un corto espacio de tiempo. Y es que lidiar con un llavero compuesto por docenas de llaves es más tedioso que utilizar una única llave.

 

No obstante, el uso de llaves maestras conlleva ciertas desventajas, fácilmente resumibles, en una palabra: vulnerabilidad. Las oficinas, viviendas y comercios con este instrumento se exponen a sufrir un mayor perjuicio en caso de pérdida. Porque extraviar una llave comprometería sólo la habitación correspondiente, mientras que la pérdida de una llave maestra haría vulnerable la totalidad del edificio.

Solucionan tu problema a cualquier hora

Con las prisas es más frecuente de lo que pensamos el simple hecho de dejarnos las llaves dentro ya sea de casa o del coche. Si te has dado cuenta que te has dejado las llaves dentro, no te preocupes porque siempre puedes llamar a los cerrajeros en madrid 24 horas disponibles, no obstante te vamos a dar una serie de consejos para que afrontes estas situaciones y quizá puedas tú mismo solucionarlo fácilmente.

En el caso de que tengas un coche viejo, que no se cierra mediante una tecla de sensor, no habría necesidad de forzar la cerradura. Bastará con que rocíes la cerradura con aceite y cojas un alfiler o un clip enderezado con el que ayudarte a hacer palanca. Inserta el clip directamente en el ojo de la cerradura lubricado, luego menéalo en diferentes direcciones hasta que oiga el clic del desbloqueo de las puertas.

De este modo, podrás crear tu propia herramienta. Eso sí, tendrás que asegurarte de que la pieza de metal o de madera es lo suficientemente delgada como para que quepa entre la parte superior de la ventana de la puerta lateral y el marco de la puerta del coche.

En el caso de que la puerta se haya cerrado en el interior del coche con tus llaves dentro, comprueba en un momento que la puerta del coche está realmente bloqueada. Así quizá podrás evitar pagar a un cerrajero o invertir el tiempo para abrir la cerradura del coche sólo por no darse cuenta de que la puerta no estaba cerrada con llave. Por supuesto, recuerda que siempre podrás consultar con el concesionario de coches en el que compraste tu vehículo para ver si tienen el código de la llave para hacer una nueva, algo que un cerrajero experto como los cerrajeros en madrid 24 h puedes encontrar harán encantados.

Revisa siempre bien y en el caso de que no tengas demasiado tiempo a llamar a un cerrajero intenta tú mismo lograr desbloquear la cerradura. Conseguirás ahorrar con este servicio mucho más de lo que podrías haber pensado en un primer momento.