Tener montes está de moda

Si creías que esos tiempos en los que para impresionar a una futura pareja se presumía de tener tierras eran cosa del pasado, es que no conoces las cantidades que se pagan al comprar troncos de madera Galicia. La venta de madera se ha vuelto un negocio tan rentable que tener montes está de moda otra vez y algunas personas que habían vendido los suyos en el pasado, ahora se plantean comprar y tener así una fuente de ingresos mensuales que resultan más rentables que tener el capital en el banco.

Las madereras ofrecen varias posibilidades y una de ellas es comprar por anticipado la madera que se produce en el terreno, pagando una cantidad mensual y ocupándose de todo el proceso y el cuidado del monte. Cuando los árboles están listos, cortarán la madera y se quedarán con ella porque ya estará pagada. Otra forma es que ellos alquilan tu terreno, pero en lugar de pagar una cantidad mensual, pagan la madera en el momento de la tala. En ambos casos, es una inversión con más beneficios que tener el dinero parado.

Los montes heredados más de una vez han supuesto una fuente de ingresos inesperada, aunque también algún quebradero de cabeza porque no siempre es fácil saber en dónde están situados, sobre todo cuando no quedan mayores en el pueblo que sepan de memoria los límites de las propiedades. Pero hoy las cosas son muy diferentes y todos los montes que se compran están perfectamente delimitados, por lo que siempre se van a conocer los límites exactos del terreno. Y por coordenadas, que son mucho más exactas que los marcos y resultan además imposibles de mover.

Todo esto hace que tener montes esté de moda, pero hay que tener en cuenta que si no se ponen en manos de profesionales, como las madereras, hay que llevar un buen control del lugar, replantar los árboles cuando es necesario y limpiar la maleza para evitar los incendios ya que un fuego puede hacer que toda la inversión se vaya por los suelos y las ganancias con las que contábamos se conviertan, nunca mejor dicho, en humo. Los seguros pueden ser una forma de cubrir riesgos, pero el alquiler de las tierras siempre es una mayor tranquilidad, especialmente para quienes no tienen experiencia como terratenientes o no viven siquiera en la zona en la que tienen sus propiedades.