Los anillos ojo de perdiz, símbolo de elegancia

Los anillos ojo de perdiz son, para bien hablar, sortijas con una talla especial que recibe el nombre de ojo de perdiz. Siendo un tipo de talla laboriosa y muy fina, es habitual en alta joyería y no suele verse en piezas más baratas.

El diseño que sigue la talla ojo de perdiz es la de un punto central de mayor o menor diámetro, rodeado por varios círculos creando un bonito patrón. Muchas personas creen que se llama así porque imita al ojo del ave, siendo el círculo central la pupila y los círculos que la rodean el iris. Pero no es cierto. El significado real viene de los patrones del plumaje de las perdices, que forman círculos que también se conocen con el nombre de ojos, como sucede con los plumajes de los pavos reales, por poner el ejemplo más conocido. Por tanto, el ojo de perdiz hace referencia al patrón de los ojos del plumaje de las perdices. 

Es un tipo de talla que se popularizó en época victoriana. Y, como hemos dicho, se usa para la alta joyería. Sin embargo, uno de los motivos de que sea tan popular es que por la forma en la que se trabajan y se colocan las pequeñas piedras, es muy sencillo disimular pequeños defectos que estas puedan tener. 

Pero lo que hace especial a este tipo de talla es que es preciso tener mucha pericia para poderla realizar correctamente sin comprometer la pieza. Además, como los patrones del ojo pueden ser diferentes, permite una personalización muy especial. Algunas marcas de joyas e incluso algunos artesanos, tienen patrones propios que son fáciles de identificar por quienes aman su arte.

Dado que se trata de un estilo de joya que tiene ya un largo recorrido, no estamos hablando de algo que sea tendencia por una moda pasajera, sino de todo un clásico que sigue resultando elegante y fascinante para cualquier persona. Por eso, quienes han heredado una joya con este tipo de tallado, saben que pueden lucirla y verse igual de bien que la primera vez que la sortija adornó un dedo.

Hoy, lo vintage está de moda. Pero no todo lo que es viejo o antiguo tiene por qué tener un valor añadido. Es importante diferenciar si piezas de este tipo son las que vale la pena conservar o hacerse con ellas ahora.