¿Qué es la radiofrecuencia facial y para qué sirve?

Las técnicas de rejuvenecimiento facial viven su mejor momento, y la radiofrecuencia en particular figura entre las soluciones más aclamadas por la eficacia y durabilidad de sus resultados. ¿Es un método seguro, indoloro y libre de efectos secundarios a largo plazo? La respuesta es afirmativa al consultar a un dermatólogo especialista en tratamientos cara en Vigo, Santander y otros municipios donde este tratamiento recibe una demanda alta.

La radiofrecuencia facial se fundamenta en el efecto estimulante de las ondas de radiofrecuencia sobre las capas profundas de la piel. La elastina y el colágeno, dos proteínas estructurales presentes en los tejidos conectivos, intensifican su actividad gracias al calor de dichas ondas.

Este tratamiento estético se caracteriza por prescindir de anestesias y cirugías. Su carácter no invasivo agiliza el periodo de recuperación y reduce las molestias del paciente, además de ahorrarle el riesgo de complicaciones que acarrean otros procedimientos.

Mientras que los resultados de la toxina botulínica y otras técnicas se debilitan con el paso del tiempo, la radiofrecuencia aumenta la tersura y suavidad de la piel de forma duradera. Su impacto sobre las cicatrices, la flacidez y los pómulos caídos. En muchos sentidos, es similar al lifting pero sin bisturí.

Además, la aplicación de ondas electromagnéticas en el rostro y el cuello reafirma la piel con mayor eficacia que otros tratamientos. Porque la radiofrecuencia incide sobre la raíz del problema: la pérdida de producción de colágeno y elastina que afecta a las personas de edad avanzada, fenómeno que logra revertir.

La circulación sanguínea también se ve mejorada gracias a la radiofrecuencia. Así, las pieles del rostro y otras zonas adyacentes logran oxigenarse y regenerarse. Igualmente, las ondas electromagnéticas influyen positivamente sobre el drenaje linfático, de importancia crítica en la retención de líquidos que generan bolsas bajo los ojos y otros signos de la edad.

Ir de tiendas desde la butaca 

Todo ha cambiado este último año. Aunque es cierto que todos nos hemos puesto muy tremendistas con la situación, no cabe duda de que tardaremos en recuperarnos, tanto económicamente como a nivel social y psicológico. Y es que la pandemia no acabará de forma abrupta como tal vez se pensaba en un principio. Va a ser un proceso largo, tan largo que muchas costumbres adquiridas durante este 2020 (la mayoría por obligación o imposición) se quedarán, tal vez durante varios años.

Y una de esas costumbres es comprar por internet. Si bien, el comercio electrónico ya vivía una época boyante antes de la llegada del virus, ha sido este 2020 su definitiva explosión. Y es que en muchos casos no nos ha quedado otra forma de comprar cosas que hacerlo por internet antes las restricciones impuestas. Si a veces dudabas hasta de si meterte en un supermercado, no digamos ya si ir a una tienda de muebles.

A nosotros el sofá ya se nos había quedado viejo hacía tiempo y nos vimos obligados a buscar para Comprar Sofas online de diseño moderno. Yo hubiese preferido hacerlo como antes. Acercarme a una tienda de muebles y echar un vistazo con tranquilidad, pasear con calma y, sobre todo, probar sofás a ver si son cómodos o no y si están a la altura adecuada. Pero con las restricciones y las normas ir de tiendas ya no es un pasatiempo relajado. Así que para tener que estar en tensión y enmascarado en una tienda prefiero quedarme en casa.

Y al final tampoco está tan mal mirar para Comprar Sofás online de diseño moderno desde la butaca. Al menos para una toma de contacto inicial, sirve. Vas descartando y te haces una idea de lo que hay y de lo que podría ir bien en tu salón. Tal vez sí que sea importante antes de la compra probar el sofá in situ, pero hasta ese momento, todo lo demás se puede hacer online. Nosotros todavía estamos en la fase de mirar con dos o tres opciones marcadas en rojo a falta de rematar.