Matrimonio de conveniencia con el banco

Conozco muchas personas que detestan a los bancos pero no dan el paso definitivo: “si por mi fuera no tendría cuenta corriente en un banco, pero dónde voy a guardar el dinero, ¿debajo de la cama?” Es verdad que, muchas veces, tener nuestro dinero en un banco es un mal menor, pero debemos saber que no todos los bancos son iguales. En este sentido, me gustaría contaros mi experiencia cuando decidí buscar cuentas corrientes sin nomina con la menor vinculación posible.

A las entidades financieras les pone sobremanera que te presentes allí con tu nómina. Una buena nómina, les asegura una entrada de dinero puntualmente todos los meses y es cuando te reciben con una media sonrisa (una sonrisa entera sería pedir demasiado). Si eres autónomo, no saben si sonreír o temblar, pero también tienen asegurado movimiento en la cuenta todos los meses con el pago de la cuota. Pero, ¿y si no tienes nómina o no quieres domiciliarla? Pues tranquilo, porque todavía existen bancos que te exigen una mínima vinculación.

Generalmente se trata de entidades menos tradicionales, nueva banca que trata de aprovechar los nuevos canales (esencialmente internet) para dirigirse a un perfil diferente de cliente. Cuando decidí que era hora de romper mi vinculación con el banco, me encontré con que había vida más allá: varias entidades ofrecen cuentas corrientes sin nomina a lo que hay que añadir la falta de comisiones.

Evidentemente no todo puede ser de color de rosa, y en muchas de estas cuentas te vas a encontrar con otras condiciones o servicios a los que tal vez no estabas acostumbrado. Pero si tu prioridad es que no exijan nómina y que no te acribillen a comisiones, vas a encontrar lo que buscas.

Tras varios meses confiando en una cuenta de este tipo, tengo que decir que estoy notablemente satisfecho. Es verdad que no vas a encontrar el mismo número de oficinas que si depositas tu dinero en un banco tradicional, pero hoy en día, con una buena aplicación, puedes acceder a todo tipo de servicios financieras desde el móvil. Así fue como yo, al menos, rompí mi matrimonio de conveniencia con el banco de siempre.