Los flemones son molestas inflamaciones en la zona de la encía que resultan bastante dolorosas. Y, lo peor de todo, es que tienen tendencia a aparecer justo cuando más inoportunas resultan. Sí, es cierto, no hay un momento oportuno para que aparezca un flemón, lo que no quiere decir que no haya momentos especialmente inconvenientes.
El fin de semana suele ser uno de los momentos más inoportunos porque tu dentista habitual puede tener la consulta cerrada hasta el lunes y no puedes aguantar el dolor. Ir a urgencias de un centro de salud no suele ser solución porque no suelen contar con dentistas ni dan más solución que un paracetamol para el dolor y esperar al lunes.
Por tanto, tocará buscar un dentista urgencias Santiago de Compostela que pueda atender el caso y dar el antibiótico que ayude a solucionar el problema y a que la inflamación baje para que se pueda tratar la causa. Con frecuencia, suele ser una caries que no se había notado, un empaste que se ha deteriorado o una herida que ha causado problemas.
Como siempre en temas de salud, lo mejor es prevenir y los flemones también pueden prevenirse. Hay flemones de diferentes tipos, pero todos están causados por bacterias. Por tanto, la mejor manera de evitarlos es mantener la boca lo más libre posible de las mismas. Esto se consigue con una serie de pautas básicas:
-Acudir al dentista cada seis meses, o más frecuentemente si hay problemas que así lo aconsejan, para realizarse limpiezas de boca y revisar la dentadura. Así, se podrán detectar las posibles caries antes de que vayan a mas y otros problemas, como acumulación de restos de comida bajo un empaste que está en mal estado.
-Cuidar la higiene de la boca a diario. Hay que lavarse los dientes después de cada comida pero, además, es conveniente que al menos una vez al día, mejor si es por la noche, se haga una limpieza un poco más a fondo, usando seda dental, un irrigador o cepillos interdentales. En esta limpieza, el cepillado será más largo y cuidadoso.
-Ante cualquier problema, se debe de acudir al dentista para que nos dé las pautas a seguir. Si nos duele una muela, no se va a pasar solo, por eso hay que acudir para que el experto nos diga cuál es el problema y nos ayude a resolverlo antes de que se complique.