En un Master en Moda, Belleza y Nuevas Tecnologías se estudia la moda y la belleza desde el punto de vista del marketing y de cómo se crean necesidades en el consumidor en este terreno. Un terreno que ha cambiado mucho en los últimos años. Si hace unas cuantas décadas la mejor manera de promocionar un producto cosmético eran lanzando el rumor de que una famosa lo utilizaba o contratándola directamente para que hiciera publicidad de la marca, hoy las cosas han cambiado.
Un rostro famoso continúa teniendo peso, pero quizás sean ya mucho más importantes la blogueras de moda capaces de marcar tendencias en los mercados. Las grandes marcas se las rifan para conseguir que hablen de sus productos de manera positiva y son invitadas a grandes eventos para conocer en primicia todas las novedades. El peso de estas chicas y también chicos es tan grande en la industria de la moda que aunque en un principio se resistían a darles importancia, en muy poco tiempo se han visto obligados no solo a reconocer su influencia, también a mimarlos para intentar ganar sus favores.
También ha habido otros cambios en el sector, ahora el consumidor busca productos con valores que antes no eran tan importantes: respetuosos con la naturaleza, que utilicen ingredientes naturales, que tengan ventajas adicionales (geles relajantes o estimulantes, por ejemplo)
Todo esto tiene que ser tenido en cuenta por los expertos que se van a encargar de vender estos productos y que van a organizar las campañas que las empresas realizan para sus lanzamientos. Por eso, el Master en Moda, Belleza y Nuevas Tecnologías comienza enseñando al alumno cómo son los mercados en los que se va a mover y los cambios que se supone que puede haber a muy corto plazo en los mismos.
También se les enseña cómo trabajar con un grupo a su cargo que se encargue de llevar a cabo las campañas publicitarias y el lanzamiento de nuevos productos. Primero estudiando las necesidades de los consumidores para saber qué es lo que podrían querer comprar y en segundo lugar presentándoselo de una manera suficientemente atractiva para que deseen adquirirlo ya, por delante de otros productos de la competencia.
Todo esto sin olvidar la gestión económica, clave en cualquier campaña publicitaria en la que hay fondos limitados y hay que saber cómo quitar el máximo partido hasta al último céntimo que se tenga.