Recomendaciones para hacer turismo en Málaga

En Málaga confluyen factores tan apreciados por el turismo nacional y extranjero como el clima favorable, una cultura vibrante y un estilo de vida atractivo. Cuando el viajero dispone de amigos o familiares en el municipio andaluz, la experiencia transcurre sin dificultades; en caso contrario, es conveniente planificar con antelación aspectos como el aparcamiento, el itinerario o la alimentación.

En primer lugar, reservar parking Malaga es una decisión inteligente en caso de desplazarse en un vehículo privado. En la zona centro abundan las plazas de aparcamiento gratuitos y de pago; por ejemplo, las situadas en el barrio de El Ejido y el Río Guadalmedin, área de facultades universitarias donde es posible encontrar una plaza libre a primera hora. También es posible aparcar en las calles Cerretería y Guillén Sotelo, la avenida del Arroyo de los Ángeles o los alrededores del Estadio de la Rosaleda.

Antes de emprender viaje, listar los destinos con mayor interés de Málaga puede ser útil para quienes desconozcan su patrimonio histórico-cultural. Por todos es sabido que la capital de la Costa del Sol acoge La Alcazaba y el Castillo de Gibralfaro, no tantos están al corriente de que también dispone de la Fundación Picasso, el Teatro Romano, el Mercado Central de Atarazanas, la Catedral de la Encarnación o el Museo del Automóvil y la Moda.

Para economizar gastos en el transporte público o en el acceso a museos y galerías de arte, el Ayuntamiento pone a disposición del público visitante una tarjeta turista, la Málaga Pass. Con ella, es posible ahorrar en la visita al Jardín Botánico-Histórico La Concepción, el Centro Pompidou o La Alcazaba.

Probar el tapeo —es decir, la acción de «tomar tapas en bares y tabernas», citando a la RAE— es una actividad obligada para sacar partido a una escapada turística por Málaga. También es una forma de sumergirse en la animada vida social de la ciudad y de degustar los espetos de sardinas, la sopa perota y otros platillos locales.