Cómo se elabora un yogur

Si se examina la etiqueta con la composicion del yogur y este es de calidad, la lista de ingredientes es muy corta: leche, tal vez proteínas de la leche y fermentos lácticos. A mayores, pueden tener algún tipo de colorante o aroma que, preferiblemente, debe de ser natural. El azúcar o el edulcorante es el otro ingrediente que se puede añadir a este postre que tanto éxito tiene entre personas de todas las edades.

La elaboración del yogur es muy sencilla, basta con mezclar la leche con los fermentos y mantener todo esto a la temperatura adecuada el tiempo suficiente para que cuaje. Este proceso puede variar ligeramente según la marca que los fabrique ya que cada una tiene sus propias maquinarias y sus tiempos. Así, encontramos yogures muy cremosos, otros más cuajados y firmes y algunos que pueden resultar bastante líquidos.

También hay diferencias en cuanto al sabor. Mientras que algunos son suaves y muy agradables, otros tienen un mayor grado de acidez. Esto es algo que depende del método utilizado para la fermentación. Pero también tiene importancia en cuanto al sabor la materia prima utilizada, esto es, la leche. Cuando la leche es de calidad y tiene un sabor rico y natural, el yogur también va a tener ese gusto característico. Además, los valores de la leche pasan al yogur, por lo que, si la bebida tiene unos buenos valores nutritivos, como los de la leche de vacas que pastan hierba, el yogur también los va a tener.

Hacer yogur en casa es muy sencillo y era, hace años, algo muy frecuente en los hogares. Normalmente, para hacer yogur se emplea un yogur que se ha guardado de la vez anterior o uno comprado que será lo que aporte los fermentos y un litro de leche. Se mezclan ambos y se utiliza para la fermentación una yogurtera, que permite que el yogur ya quede guardado en prácticos vasitos. También es posible fermentar el yogur mediante otros métodos caseros, como envolviendo el cuenco en paños y usando el horno para mantener un calor muy suave.

Para conseguir la consistencia buscada en el yogur se puede añadir algo de leche en polvo, que hará que sea más firme y cuaje con más forma, mientras que, de otra manera, generalmente, el yogur casero es algo más líquido que el que se compra de las marcas habituales.