El secreto de un buen café irlandés

Estuvieron muy de moda hace unos años y ahora es más raro pedirlos en una cafetería, pero los fans de los cafés irlandeses continúan siendo muchos. El café irlandés no es, como muchos creen, un café con whisky sin más, sino que tiene un pequeño trabajo y algunos trucos que son los que marcan la diferencia a la hora de disfrutarlo.

Para empezar, si no sabes como hacer nata para montar no te preocupes, porque el café irlandés auténtico lleva nata batida, pero sin que llegue a montar. La nata debe de engordar y quedar muy cremosa, pero sin ponerse siquiera en el punto de chantilly. Y ese es el primero de los mitos que vamos a desterrar respecto a cómo se hace un irlandés auténtico.

Empieza preparando un café fuerte y aromático usando para ello un café natural de buena calidad. Un buen café marcará la diferencia. Tal y como te decíamos, el irlandés no es un café con whisky sin más, entre otras cosas porque no lleva whisky, sino whiskey.

¿Cuál es la diferencia? La diferencia está en el whiskey es la palabra para denominar a la bebida irlandesa mientras que whisky es la que se usa para la escocesa. Los sabores de ambos son distintos y si buscas algo auténtico, esa “e” a mayores va a marcar la diferencia.

Caliente al whiskey en un cazo con un poco de azúcar moreno, un par de cucharadas más o menos. No dejes que hierva. Tampoco lo quemes, el café irlandés no se quema ya que al quemarlo estaríamos consumiendo el alcohol y ese no es el objetivo. Calentar el licor no es imprescindible, pero ayudará a conseguir la temperatura perfecta para la bebida.

Coge una taza o copa alargada para servir el café y llénala con agua caliente para que se ponga a esa temperatura. Tira el agua y vierte el whiskey caliente con el azúcar. Añade el café recién hecho y finaliza con la crema de nata que debes de añadir usando el dorso de una cucharilla para que no se mezclen los ingredientes.

Las proporciones exactas son un tercio de whiskey, dos tercios de café y un dedo de nata aproximadamente para que quede una bonita presentación. No se debe de cometer el error de mezclar la bebida para consumirla, sino que se debe de tomar tal cual está para que los sabores se mezclen de la forma correcta y se aprecie en todo su esplendor.