Mejor que sobre que no que falte

Los modos de vida están cambiando con rapidez. Cada vez hay más personas que deciden vivir de forma independiente y no emparejarse. Los ‘singles’ se enorgullecen de sentirse libres, de hacer lo que quieren cuando quieren y de tener la casa para ellos solos, sin tener que rendir cuentas a nadie.

La mayoría de mis amigos son ‘singles’ convencidos, y de vez en cuando me toca pasar una velada en sus casas. Hay varios puntos en común en la mayoría de ellas. Por ejemplo, la alergia a tener cubiertos de sobra. Está claro que mis amigos no son fans de las  tiendas menaje hogar. Es posible que alguno no haya pisado nunca una tienda de este tipo, al menos esa es la sensación que me queda cuando voy a comer  a sus casas.

El otro día quedamos en casa de un amigo para ver un partido de fútbol. Todo un clásico entre amigotes españoles. Por h o por b, resulta que al final casi todos se dieron de baja en el último momento y me tocó estar solo con mi amigo en su casa. Pedimos comida india para cenar y cuando llegó el momento de poner la mesa, sorpresa… No había suficientes tenedores. Esto es, solo había un tenedor. Por supuesto, nos echamos unas risas pensando en qué hubiese pasado si todos los que decían que iban a venir hubiesen acudido realmente a la cita.

Cuando llegó el momento de explicarse, me dijo que no lo había pensado, que creía que pediríamos unas pizzas o hamburguesas o algo así y que no serían necesarios los cubiertos… Que cuando llegó a esa casa no había nada, ni un plato siquiera, así que compró lo mínimo necesario para luego no tener que cargar con más de la cuenta cuando tuviese que hacer las maletas otra vez.  

Entonces le comenté si había alguna tiendas menaje hogar cercana para comprar un tenedor, por lo menos… Pero su solución fue diferente: me cedió a mí él único tenedor disponible, y él se decidió a comer con una cuchara. Para otra vez, pedimos pizzas…