El coche es mi segundo hogar 

Pronto entendí que tenía madera para vender y que mi futuro laboral estaría vinculado a ello. Aunque todo el mundo tiene que vender algo de una manera u otra, yo no sentía reparo en hacerlo. Todo lo contrario: convencer a una persona de que comprara algo era para mí una satisfacción. Así que desde que empecé a trabajar todos mis trabajos han estado en relación con las ventas. Pero había algo que me gustaba menos: vender por teléfono, sin ver la cara nunca he podido seducir a mis clientes con la misma eficacia. Así que siempre he intentado estar en puestos que me permitiesen viajar y tratar directamente con el cliente.

Lo que sí me gusta también y mucho es conducir. Así combinando mis dos aficiones (vender y conducir) me dedico a lo que me gusta. En este sentido, recorro muchos kilómetros cada año en mi coche, hasta el punto de que se ha convertido en mi segunda casa: paso casi tanto tiempo de viaje como en casa. Y aunque en algunos trabajos he tenido coche de empresa, desde algunos años trabajo con mi propio vehículo lo que supone un gasto considerable que hay que valorar.

Así, por ejemplo, cuando hago viajes largos y debe permanecer en destino unos días busco un lugar donde dejar el coche ya que durante mi estancia no lo voy a usar, sobre todo en ciudades grandes donde uso el transporte público. Y la diferencia de precio entre un parking y otro puede ser muy alta. Por ejemplo, el aparcamiento lavacolla tarifas puedo dejar el vehículo varios días a buen recaudo y por buen precio.

Podría buscar en la ciudad un sitio sin zona azul para dejar el coche, pero no me quiero arriesgar a estar varios días sin usarlo y luego encontrarme con una desagradable sorpresa. Lo bueno de un aparcamiento privado es que vas a tener el coche vigilado. E incluso en algunos parkings te ofrecen mantenimiento en taller mecánico que, algunas veces, me ha salvado algún viaje. Ahorrando unos euros con aparcamiento lavacolla tarifas se nota al final del mes, sobre todo para alguien como yo que viaja tanto.