Recomendaciones para viajar sin estrés

El denominado estrés del viajero es una enfermedad psicosomática que afecta a un porcentaje significativo de la población adulta. Planificar el itinerario, reservar aparcamiento en Agualva-Cácem centro o contratar un seguro de viaje son medidas eficaces para prevenir situaciones de ansiedad.

El estrés del viajero se presenta antes, durante y después de las vacaciones y encuentra su origen en el ajetreo, la inseguridad y la preocupación por las maletas y reservas de alojamiento, principalmente.

La planificación y el control son claves para garantizar que el viaje se desarrolle como se espera. Por ejemplo, reservar el vuelo, el hotel o el parking con antelación evita que problemas como el overbooking de última hora o la alta ocupación alteren el curso de las vacaciones.

En concreto, la plaza de aparcamiento puede reservarse telemáticamente a través de ElParking, Telpark, Easypark y otras apps de telefonía móvil. Los alojamientos, por su parte, pueden gestionarse con meses de antelación mediante las conocidas plataformas de Trivago, Kayak u Hoteles.com.

En líneas generales, la masificación turística aumenta los problemas e incomodidades. En lugar de elegir Ibiza, Venecia, Reikiavik o París, es preferible aproximarse a destinos menos mainstream, como esos rincones de costa y montaña que rara vez se promocionan en las revistas de Condé Nast.

Por la misma razón, se recomienda evitar la temporada alta, pues además de encarecer el precio de todos los servicios y productos en general, afectará negativamente al disfrute de la experiencia.

Otra medida para sacudirse el estrés y viajar con mayor tranquilidad es contratar una póliza de viaje. De este modo, se estará protegido frente a cualquier imprevisto o emergencia médica en el extranjero.

Desplazarse ligero de equipaje también es un acierto. Permite ahorrar en la facturación de maletas en vuelos, ganar comodidad al moverse en el destino y limita el riesgo de sufrir robos o pérdidas.